Pensamiento Educativo

Inicio » Publicaciones con la etiqueta 'Wert'

Archivo de la etiqueta: Wert

Las reválidas de Wert

Lo importante es la apariencia de puertas hacia fuera

El pasado 21 de marzo el ministro Wert nos dejaba unas maravillosas declaraciones, como todas las que salen de su persona. En primer lugar afirmó tener confianza máxima en los docentes y en su trabajo como evaluadores, pero las evaluaciones externas evaluaran a alumnos, profesores y centros. Creo que en este sentido deja mucho que desear lo que se puede entender de su opinión sobre el profesorado, no confía en la validez de sus evaluaciones, por ello recurre a unas evaluaciones externas, que le servirán además para valorar la profesionalidad de los docentes y las instituciones educativas, cosa que veo innecesaria si lo que le van a preguntar a los profesores son cuestiones del tipo dónde se encuentra el Ebro, cuestión que salió en las últimas evaluaciones hechas en la Comunidad de Madrid a sus docentes, y que considero no valoran la profesionalidad de los docentes sino sus conocimientos teóricos, en mi opinión al profesorado se le debe analizar otras cosas relacionadas directamente con su práctica docente, como puede ser la metodología de trabajo, aspecto fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Después del profesorado llego el turno del alumnado, el señor ministro se muestra convencido en relación a que las pruebas, tras terminar primara y secundaria, serán un estímulo para los alumnos y las alumnas, cree que habrá un estrés positivo ya que les va a proporcionar a los chicos y chicas tener unas metas u objetivos durante sus estudios (superar las pruebas).  Desde mi punto de vista, José Ignacio Wert no parece tener un amplio abanico de conocimiento respecto a la educación; la motivación y el estímulo del alumnado no lo dan unas pruebas, mucho menos cuando se han pasado diez años haciendo exámenes para superar cada uno de los cursos del sistema educativo, creo que llegarán a la “prueba final” con cansancio y aburrimiento acumulado, sin ganas de seguir dentro del sistema. Considero que el estímulo de los niños y niñas se construye desde sus inicios, a través de herramientas metodológicas que favorezcan su protagonismo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y se cubran sus intereses y necesidades como infantes que son.

Wert se respalda en el argumento de que el 70% de los países de la OCDE tiene evaluaciones externas y estandarizadas, así como que hay países que han reformado las reválidas o han vuelto a ellas. Para mí, eso no es argumento suficiente, no es válido, si copiar y pegar de un documento a otro no funciona, mucho menos funcionará el copia y pega de unos países a otros en cuanto a leyes y herramientas, cada cual tiene su realidad, sus características, su vida cotidiana… lo que supone una necesidad de elaborar y establecer leyes y herramientas que emanen de la propia sociedad de cada país.

Finalmente, dentro del propio Estado, cada Comunidad Autónoma tiene sus características, y dentro de ello cada centro escolar es diferente, lo que supone que las pruebas estandarizadas sean inviables. En primer lugar no se puede evaluar al profesorado según los resultados de sus alumnos y alumnas, es un criterio totalmente meritocrático, donde solo importan las calificaciones, el profesorado debe ser evaluado según lo conseguido dentro de su centro, de su realidad y contexto. En segundo lugar, cada niño y niña tiene unas características, capacidades y habilidades distintas a las de los demás, eso hace que no tengan el mismo ritmo de aprendizaje por lo tanto antes un pruebas impersonales no obtendrán unos resultados reales; además, debemos tener en cuenta que el nivel socioeconómico y cultural es un factor fundamental en el desarrollo y los resultados académicos del alumnado.

En conclusión, las reválidas de Wert son protagonistas de su Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), siendo eso lo menos que conseguirá este señor, la mejora de la calidad educativa. Lo que estoy segura de que si conseguirá cansar y aburrir a los jóvenes, y lo más grave en mi opinión: aumentar la desigualdad educativa y social, colaborar en la destrucción de la equidad y aumentar el fracaso escolar.

Nos espera un futuro muy incierto con estas reformas educativas. 

La única preocupación es el empleo

José Ignacio Wert: «los universitarios no deben estudiar lo que quieren, sino lo que les emplee»

Hace unos días oíamos esta afirmación de boca de nuestro ministro de Educación, del cual tengo un pensamiento que me hace poner en duda su capacidad para el puesto que ocupa y debería desempeñar, ya que no lo hace como debiera.

En cuanto a la afirmación, protagonista de esta entrada, no le encuentro ningún trasfondo educativo, ámbito del que Wert está a cargo. Creo que la frase nos muestra lo poco que a éste le preocupa la educación y la formación.

Considero que ésta ha sido la gota que colma el vaso, este tipo de afirmaciones deja entrever que realmente lo importante para Wert es la economía y el mercado laboral. Soy partidaria de que todos tenemos derecho a elegir libremente el camino profesional que deseemos, y la mayoría utiliza el criterio del gusto y la vocación, los mas coherentes para mi entender. Ya que sinceramente, no tenemos que preocuparnos por el futuro laboral que nos espera, en este momento da igual lo que estudiemos, nada nos empleará de la noche a la mañana, sencillamente por tres razones:

Los argumentos anteriores, de menor importancia, son acompañados por algo que tiene mucho más valor, los argumentos pedagógicos.  Los grandes expertos en educación y los movimientos de renovación pedagógica están continuamente reclamando una educación centrada en el niño y la niña, en sus intereses, curiosidades, vivencias… este hecho respalda la importancia de tener en cuenta a la persona en sí, no verla y tratarla como un simple alumno, y mucho menos como futura mano de obra, que es lo que realmente somos para los políticos.

Es conveniente recordar que, todos aquellos que centran su futuro profesional en el empleo, el sueldo y la comodidad, su labor se ve difuminada, perjudicada y resulta ser muy deficiente. Este tipo de trabajador, viene marcado por un tipo de estudiante, y ambos perfiles serán en el futuro malos profesionales, que no ejercerán su trabajo por placer, lo cual tarde o temprano va a pasar factura.

Hablaré de este tipo de profesionales en el campo educativo que es el más cercano que tengo. Por experiencia propia a lo largo de mi carrera estudiantil me he encontrado a diversidad de docentes que han escogido la profesión por la seguridad laboral, el sueldo, las vacaciones y la comodidad, sobre todo en la etapa de la ESO. Esto revirtió en mi como descontento y rechazo hacía este tipo de profesionales, por el hecho de que no estaban capacitados para llevar a cabo su labor como debían hacerlo, no sabían trasmitir conocimiento, no sabían educar ni enseñar, no se preparaban las clases, no se preocupaban por el alumnado, no se preocupaban por la enseñanza pública la cual les daba de comer… e infinidad de cosas que caminan en la misma línea.

Eso es lo que hay que evitar, malos profesionales, que perjudican a la sociedad.